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Arquitectos: Miguel Montor
- Área: 2500 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Onnis Luque
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Como parte del seguimiento al plan maestro dentro de la consolidación para el colegio Nuevo Continente Campus Querétaro, se presenta este edificio, el más extenso y complejo a realizar dentro de las instalaciones, tanto por su ubicación en el conjunto, como por ser el nivel que cuenta con mayor número de alumnos, así pues la tarea más compleja era construirlo en dos grandes etapas, reubicando solo a la mitad de su matrícula mientras la otra mitad seguiría operando en sus aulas actuales, ya que para su construcción no paró el funcionamiento del colegio ni un solo día.
Esto determinó en gran medida la morfología del esquema arquitectónico, una serie de módulos determinados por el uso de aulas, separadas entre sí por terrazas en diferentes niveles, que logran brindar recorridos y estancias - interaulas, casi como pequeños patios en los diferentes niveles, esta idea terminaría por ser el foco de diseño de esta pieza, ningun aula estaría muro a muro contra otra, siempre habría un jardín, una terraza o un patio entre ellas, permitiendo que el paisaje cobrara una gran importancia en la vivencia de cada espacio, logrando que el vacío imperara sobre el macizo, y tomando la circulación cruzada de aire como uno de los puntos principales, ya que el clima de Querétaro la mayor parte del año resulta muy cálido y es necesario bajar la temperatura y crear un microclima en los espacios que se generan en el inmueble.
Una gran rampa peatonal ubicada en el corazón del edificio, logra dar dinamismo y accesibilidad total a los tres niveles en los que se encuentra distribuido el programa, trabajando una vez más sobre este concepto que para el colegio resulta vital, el libre acceso y circulación a todos los edificios del conjunto por medio de rampas peatonales.
La materialidad del edificio resulta contundente, un lenguaje estructural estricto con un planteamiento totalmente simétrico, deja en claro un fuerte orden dentro del la concepción espacial, tomando esto como una clara postura de diseño para los espacios educativos. La estructura de concreto aparente es en si la imagen final del edificio, que en conjunto con las fachadas prefabricadas en un tono beige, en diálogo con los pisos y barandas que toman el color rojo óxido símbolo cromático del grado de primaria para el colegio, determinan la tectónica del inmueble.
Dentro de este esquema arquitectónico, el proyecto de paisaje se volvería una parte fundamental para la consolidación tanto espacial, vivencial como para la climática del plantel, logrando a base de bordes y terrazas vegetadas vivencias que en todo momento dejan a los usuarios tener contacto con la vegetación, parte vital dentro del proyecto arquitectónico.
Una vez más el tema del tiempo de ejecución, resultó ser una premisa vital dentro del diseño del edificio, por este motivo la estructura fue pensada en un alto porcentaje prefabricada, logrando eficientar procesos de obra y acortar tiempos de ejecución, así mismo la modulación de aulas y concepción de cada espacio con el mínimo de acabados lograrían que el armado del edificio fuera posible en los cortos 6 meses de obra, y logrando dar así la imagen final al inmueble.